TURISMO SOSTENIBLE: EL RETO DE COLOMBIA
Enero 6 DE 2016, Ivonne Andrea Sánchez H.
Colombia se proyecta como destino mundial, con una meta de más de 4 millones de turistas extranjeros, las políticas nacionales revelan el propósito de insertarse al mercado global de forma relevante, y hay con que. Con la expectativa de los diálogos de paz, y de que áreas naturales que han sido inaccesibles por el conflicto armado se inserten a los destinos nacionales ofrecidos, el turismo parece convertirse en un negocio atractivo para el crecimiento económico del país.
Así, al turismo nacional se le ha empezado a poner un apellido que proteja los atractivos visitados, comunidades y haga más competitivo los destinos nacionales: SOSTENIBILIDAD. Pero ¿qué representa sostenibilidad en el turismo?, de aquí deseo compartir mi perspectiva personal, proponiendo con ello, incluir nuevos factores que aún no están realmente claros e integrados en el desarrollo de este sector:
- TURISMO NO PUEDE SER EL CENTRO DE LAS ECONOMÍAS LOCALES: el turismo es un sector altamente vulnerable, el mismo puede verse afectado por factores climáticos, de seguridad, o económicos, así, establecer el desarrollo de comunidades sobre la oferta turística es un gran riesgo para su propio bienestar. Por ello, las nuevas políticas y proyectos no pueden centrarse solamente en la infraestructura turística, sin haber priorizado y consolidado previamente la infraestructura del desarrollo local original: saneamiento, vías, agrícola, pesquera, educativa, salud, etc. El éxito turístico con apellido sostenibilidad, es llevar al turista a una experiencia de bienestar integral, y no recargarle al mismo la responsabilidad de que su visita es la que genera dicho bienestar en la comunidad que le aloje. Colombia debe tener claro, que primero debe soportar el desarrollo local de las comunidades basados en proyectos integrales que dependan de los recursos locales, de los esfuerzos locales y de la formación del talento humano local, y reconocer que el turismo es solo la cereza en el helado de esa realidad, hacerlo a la inversa puede erosionar y eliminar alternativas de desarrollo más efectivos y apropiados para dichas comunidades.
- EL TURISMO ES UNA EMPRESA: en los últimos años he vivido como en varios destinos turísticos emergen prestadores que ofrecen productos y servicios aprovechando el auge del sector: casas convertidas en alojamientos, garajes en restaurantes, campesinos en guías… A pesar de que el turismo comunitario es una opción altamente potencial en nuestro territorio, en muchos casos confundimos el turismo con ofrecer el servicio. En esta área el país tiene un gran reto y es el de capacitar y formar empresarios del turismo, y más allá, como empresario del turismo sostenible. Hay que trabajar de la mano con la comunidad para apoyar la construcción de su empresa turística, planeación, monitoreo, control, adaptación, temas básicos de una empresa como contabilidad y legalidad, así como formación del recurso humano en la atención al cliente y otros temas que aún están por fortalecer.
- LA CAPACIDAD DE CARGA: el desarrollo turístico colombiano está en su mayoría construido sobre el atractivo natural y cultural de la nación. Lejos de apuntar a una meta numeral de turistas, las políticas del estado y el diseño del producto turístico deberian incluir la calidad y sostenibilidad del destino y la capacidad que tengan los destinos de soportar la visitancia. Caño Cristales cierra en una época del año para permitir la renovación de su atractivo, así mismo Tayrona cerró un mes como iniciativa de sus comunidades indígenas. La naturaleza manda en el turismo de naturaleza, y la construcción turística debe tener en cuenta no solo su atractivo, sino además la necesidad de la misma de recuperarse y adaptarse, lo cual exigiría que en cualquier momento las prácticas turísticas en dichas zonas deban ser limitadas o cerradas. Por ello, la importancia de generar otras alternativas económicas como principales fuentes de desarrollo, y de planear la empresa turística para lograr incluir los factores naturales en la operación del mismo.
- EL MERCADO NACIONAL CUENTA: infortunadamente el turista colombiano no es muy apetecido por su reconocido regateo, todo lo quiere barato. Pero realmente, el sector turístico debe rebasar el paradigma de que el turista extranjero es mejor que el nacional. Claro está que debe haber una fuerte campaña y mecanismos de educación para el turista nacional, y que seguramente una gran proporción cae en una cultura de lo barato. Aún así, existe un segmento interesado en conocer su país a un precio justo, y cuando se construye el mercado turístico nacional pensado solo en el extranjero, estaremos excluyendo en gran parte al turista nacional de conocer, sensibilizarse, articularse y volverse un actor de transformación social y ambiental, que en el mediano plazo es un impacto del turismo sostenible, ecoturismo y turismo de naturaleza. El país invierte una gran cantidad de dinero en promoción internacional, pero también debería invertir una gran cantidad en educar, formar y fortalecer el turismo nacional.
- EL TURISMO SE CONSTRUYE EN REDES: una de las principales barreras culturales y sociales a derrumbar en la construcción turística nacional es la de trabajar solo. El turismo sostenible no se construyen sobre productos o servicios individualizados, sino todo lo contrario sobre la experiencia turística que se facilita a través de la red de productos y servicios que la ofrecen. Un turista pasa por todos los eslabones de la cadena turística, desde la información, transporte, alojamiento, hasta la alimentación, guianza, souvenirs… El turismo nacional es una red nacional de destinos y experiencias con la oportunidad, primero de dispersar la práctica turística a través del territorio nacional, lo cual evitaría o al menos controlaría cargar todo el mercado en algunas zonas donde ya se está superando la carga turística deseada, sino además, llegar a acuerdos básicos de protección vigilancia, control, y hasta tarifas que permitan cuidar y proteger la experiencia turística y el destino que finalmente redundarán en la sostenibilidad del territorio.
- NO ES COBRAR MÁS O MENOS, ES COBRAR LO JUSTO: por último, la construcción de la empresa turística carece del conocimiento de sus costos, ya sea por factores de informalidad, ilegalidad o intermitencia, el costeo de productos y servicios para el prestador de servicios es en muchos casos un asunto del día al día. Ya había mencionado que el turismo es una empresa, y este punto lo complementa. Estamos en un mercado que desea ganar ventaja a la economía extranjera, el dólar o el euro, pero que se roba al cobrar más o menos como decimos “de acuerdo al marrano”. Realmente, es necesario definir en nuestros productos y servicios tarifas basadas en un real costeo del producto o servicio, no es cobrar mucho o poco, sino lo justo, lo que realmente cuesta, cuando empecemos a construir destinos que entienden sus costos y expongan tarifas justas, vamos igualmente a empezar a atraer turistas que pagan lo justo, porque no tendrán opciones sino las que les demos.
Viajar es fatal para el prejuicio, la intolerancia y la estrechez de mente. Mark Twain
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